Philip James Elliot (Nació el 8 de octubre de 1927 - murió 8 de enero de 1956) fue un misionero cristiano estadounidense y una de las cinco personas asesinadas durante la Operación Auca, un intento de evangelizar al pueblo Huaorani de Ecuador.
Hablar de Jim Elliot es hablar de un joven excepcional. Estudiante en el colegio Wheaton, campeón escolar de lucha, graduado con honores, presidente de la Asociación Estudiantil de Misiones Extranjeras, poeta aficionado, admirado por sus compañeros, poseedor de una estatura espiritual impresionante y con un futuro muy prometedor. Pero, ¿en qué debe gastarse una vida tan valiosa?
Infancia
Cuando Jim era niño, aprendió en su hogar de Portland, Oregón, que la Biblia es el Libro de los libros. El padre de Jim, un escocés pelirrojo, solía juntar a sus cuatro hijos todas las mañanas después del desayuno y leerles algo de la Biblia, haciéndoles ver que este Libro debía ser vivido y que la vida en Dios era feliz. Aunque los niños se retorcían en sus asientos, por su corta edad, algo de esas verdades penetraron en el pequeño Jim que, cuando se convirtió durante la época en que estudiaba la secundaria, no se avergonzaba del evangelio de Cristo. Ya en la universidad la pasión por las almas lo motivaba y por esa época tuvo la convicción de su llamado misionero a un país latinoamericano.
Su preparación
Siendo estudiante, Jim Elliot eligió el griego como especialidad, preparándose para traducir las Escrituras a un idioma desconocido en el futuro. Hizo ejercicio practicando lucha con la intención de preparar un cuerpo fuerte para el trabajo que Dios le tuviera por delante. En 1947, a la edad de 20 años, escribió a sus padres mientras cursaba el segundo año de la universidad:
"El Señor me ha dado un hambre por la piedad que sólo puede ser de él. Sólo él puede satisfacer tal hambre. Sin embargo, Satanás tratará de engañar y poner delante toda clase de quimeras: una vida social y superficial, un nombre célebre, una posición de importancia, éxito escolar. ¿Qué son estas cosas sino el objeto del deseo de los gentiles cuyos anhelos están torcidos y pervertidos? Sin duda oiréis que en la escuela y correrán la misma suerte que la letra B de oro y el rubí recibido en el colegio Benson; destartalado del sótano yacerán. Todo es vanidad debajo del sol, y un correr tras el viento. La vida no está aquí, sino escondida arriba con Cristo en Dios, y en esto me regocijo y canto cuando pienso en tal exaltación".
El desafío
Hacia el fin del año de 1950, contando ya con 23 años, Jim asistió a una reunión misionera, de donde salió convencido de que su trabajo sería en las selvas sudamericanas. Hacia el fin del verano del mismo año, esa dirección en términos generales se hizo específica.
Jim conoció a un misionero que había estado en el Ecuador, quién le compartió sobre la gran necesidad del país y particularmente del reto de los terribles huaorani (llamados peyorativamente “aucas”, que en quechua significa “salvaje”). Entonces dedicó la mayor parte de 10 días para orar buscando la confirmación de Dios.
Ese hombre resultó ser Pete Fleming, un graduado de la Universidad de Washington con una licenciatura en filosofía. Mantuvo correspondencia frecuente con Elliot, y en septiembre estaba convencido de su llamado a Ecuador. Mientras tanto, Elliot visitó a amigos en la costa este, incluida su futura esposa, Elisabeth. En su diario escribió la esperanza de que pudieran casarse, pero al mismo tiempo sintió que estaba llamado a irse a Ecuador sin ella. Elliot regresó a Portland en noviembre y comenzó a prepararse para salir del país.
Después escribió a sus padres, debido a los comentarios de la gente que lo conocía, y que estaba tratando de desanimarle, diciéndole que su ministerio sería más efectivo en los Estados Unidos, pues era un joven ministro con mucho futuro. Él sólo escribió: "No me atrevo a quedarme mientras aquellos pueblos perecen. ¿Qué importa si la bien concurrida iglesia en mi tierra necesita ser animada? Tienen los profetas, y mucho más. Su condenación está escrita en sus chequeras y en el polvo de las tapas de sus Biblias".
Rumbo a Ecuador
Elliot y Fleming llegaron a Ecuador el 21 de febrero de 1952 con el propósito de evangelizar a los indígenas quechuas de Ecuador. Primero se quedaron en Quito y luego se mudaron a la selva. Se instalaron en la estación misionera de Shandia.
Jim estaba más que entusiasmado con la idea de llegar hasta el pueblo huaorani para predicarles el evangelio.
Peter, al ver a los huaorani, dijo en su corazón: ¡Sí, yo puedo amar a esta gente! Jim dijo: Hemos llegado al destino que habíamos decidido en 1950. Mi gozo es completo. ¡Oh, qué insensato hubiera sido rechazar la dirección de esos días! ¡Cómo ha cambiado el curso de mi vida y agregado una multitud de goces! Su ministerio inicia aprender el idioma quechua y acompañar o asistir al doctor en la curación y administración de medicamentos.
A finales de 1952, una pareja joven, amigos del pasado, llegaron a unírseles, Ed y Marilou McCully, con su pequeño hijo. Una pareja más, Nate y Marj Saint, jóvenes también, pero con mayor experiencia, pues habían estado en Ecuador desde 1948. Nate era piloto de la Confraternidad Misionera de Aviación y Marj ayudaba hospedando en casa a todo misionero que pasaba por la estación.
El último asignado por Dios para esa tarea fue Roger Youderian con su esposa Bárbara, que habían comenzado a trabajar con los jíbaros reductores de cabeza. Todos estos hombres con sus familias fueron pioneros de esas regiones; sin embargo, aunque tenían mucho trabajo, Dios los unió para un trabajo especial: predicar a las huaorani. Estos tenían fama de asesinos. De esta tribu Nate Saint dijo una vez: ha sido un peligro para los exploradores, un problema para la república del Ecuador, y un desafio para los misioneros del evangelio.
El 8 de octubre de 1953, se casó con la ex alumna y misionera de Wheaton, Elisabeth Howard, una joven que amaba a Dios y su obra tanto como él y que deseaba servirle hasta el fin. La boda fue una sencilla ceremonia civil celebrada en Quito. Ed y Marilou McCully fueron los testigos. Luego, la pareja se fue de luna de miel a Panamá y Costa Rica y luego regresó a Ecuador. Su única hija, Valerie, nació el 27 de febrero de 1955. Mientras trabajaba con los indios quechuas, Elliot comenzó a prepararse para llegar a los huaorani.
Por su parte, Peter Fleming se casó con Olive en 1954. Jamás se había visto un equipo tan excelente y prometedor como el formado por aquellos cinco misioneros y sus familias. Ellos siguieron preparándose, sirviendo en las comunidades, aprendiendo frases en la lengua de los huaorani y trazando la estrategia para alcanzar a la tribu.
Elliot y su grupo (Ed McCully, Roger Youderian, Pete Fleming y su piloto, Nate Saint) se pusieron en contacto desde su avión Piper PA-14 con los Huaorani usando un altavoz y una canasta para repartir regalos. Después de varios meses, los hombres decidieron construir una base a poca distancia del pueblo amerindio, a lo largo del río Curaray. Allí fueron abordados una vez por un pequeño grupo de Huaorani e incluso dieron un paseo en avión a un Huaorani curioso a quien llamaron "George" (su verdadero nombre era Naenkiwi).
Animados por estos encuentros amistosos, iniciaron planes para visitar a los Huaorani. Al séptimo día de su exploración, los misioneros esperaron creyendo que aquellos huaorani irían por los demás y les informarían que los misioneros eran pacíficos e inofensivos. Su espera ese día fue infructuosa, y el domingo 8 de enero sobrevolaron la población de los nativos. Encontraron en las casas a las mujeres y niños y pensaron que parecían buenas noticias; al recorrer los senderos observaron un grupo de diez hombres (10 guerreros Huaorani). Los misioneros se apuraron para que el avión pudiera llegar antes que sus invitados. Desde ese día sus esposas no volvieron a saber nada de ellos. Se iniciaron vuelos de rescate hasta que el 21 de enero se les informó a las mujeres que sus esposos habían sido asesinados por aquellos diez hombres. Jim Elliot fue el primero de los cinco misioneros asesinados cuando él y Peter Fleming saludaban a dos de esos atacantes. El cuerpo de Elliot fue encontrado río abajo, junto con los de los otros hombres. El cuerpo de Ed McCully fue encontrado aún río abajo.
Legado
La revista Life publicó un artículo de diez páginas sobre la misión y la muerte de Elliot y sus amigos. La noticia sobre aquellos jóvenes misioneros mártires corrió por todo el mundo. Jim Elliot y sus cuatro compañeros perdieron la vida y parecía que todo quedaría allí. Parecía que todo había sido en vano, que su entrega no había servido de nada, pues ni siquiera lograron hablar una palabra de Jesús con los aucas. Sin embargo, no fue así. Las viudas y sus hijos (Jim y Elizabeth tenían una bebé recién nacida), permanecieron en la tarea que sus esposos habían empezado, y meses más tarde lograron contactar a los huaorani. Llegaron a conocer personalmente al jefe de la tribu y asesino de sus esposos. Por un prodigio de Dios, este hombre sanguinario aceptó a Jesús como su Salvador y toda aquella región fue impactada por el evangelio.
Al paso de los años, los hijos de aquellos misioneros martirizados siguieron sus pasos, no sólo como buenos cristianos, sino como misioneros. Algunos regresaron a la región huaorani para seguir proclamando el nombre de Jesús. Además, la historia de Jim y sus compañeros fue conocida en el mundo entero y ha servido de inspiración a miles de jóvenes para dar su vida al Señor, aun cuando esto signifique encontrar la muerte como le sucedió a Jim Elliot.
Más tarde publicó dos libros, Shadow of the Almighty: The Life and Testament of Jim Elliot y Through Gates of Splendor, que describen la vida y la muerte de su esposo.
En 1991, se creó la Escuela Cristiana Jim Elliot en Denver, Colorado. En 1997, se fundó la escuela secundaria cristiana Jim Elliot en Lodi, California.
En 2002, se estrenó un documental basado en la historia, titulado Más allá de las puertas del esplendor. En 2003, un musical basado en la historia de Jim y Elisabeth Elliot, titulado Love Above All, fue presentado en el Victoria Concert Hall en Singapur por Mount Carmel Bible-Presbyterian Church. Este musical se representó por segunda vez en 2007 en el Centro Cultural Universitario NUS. En 2006, se estrenó una película teatral, titulada End of the Spear, basada en la historia del piloto, Nate Saint, y el viaje de regreso del hijo de Saint, Steve Saint, intentando llegar a los nativos de Ecuador.
Referencia Bibliográfica:
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