De manera, pues, que los datos que se han rastreado arrojan luz, en cuanto a la ligazón del término “theologhía” con el mito griego: Homero y Hesiodo son llamados “theologoi” por su actividad peculiar de componer y contar los mitos.
En la filosofía de Aristóteles se encuentra en uso el término teología con una connotación distinta de una concepción religiosa. Aristóteles la identifica más bien con la metafísica en cuanto "philosophia perennis”, como la ciencia de las cosas divinas o inmateriales, ciencia del ser en cuanto al ser.
Con este trasfondo, al principio, los padres de la iglesia y los pensadores cristianos, mostraron desconfianza al término “teología” que señalaba la teología mítica de los poetas. De manera gradual, tanto en el oriente como en el occidente, fue imponiéndose el uso cristiano del concepto teología.
No debemos olvidar, que ya en el pueblo hebreo existía “un hablar, acerca de Dios” aunque no en el sentido formal del concepto teología. Ese hablar de Dios ocurre en respuesta a la revelación de Dios a su pueblo por medio de la ley, las promesas y los profetas.
En el NT la palabra teología se rastrea en el sentido etimológico. Están las dos palabras que componen dicho concepto: “Theos” que Significa Dios y “Logos” palabra, verbo, discurso. Por eso se define etimológicamente como “discurso acerca de Dios”. Pero no debe entenderse solamente como discurso sobre Dios, sino como un discurso cristiano sobre Dios, puesto que muchas religiones, seudoreligiones, hablan de “Dios”.
“Si la teología significa el discurso fundamental sobre Dios, la teología cristiana es el discurso cristiano sobre Dios. Esta afirmación es correcta, pero requiere una aclaración. En efecto ni la Biblia, ni los padres apostólicos hablan de teología, sólo con reservas se va imponiendo un uso cristiano de la palabra teología”.
Fuente: Libro Para entender la teología, Rigoberto Gálvez