Mantenga su lealtad a Cristo | E. M. Bounds

«Si fueran del mundo, el mundo los querría como a los suyos. Pero ustedes no son del mundo, sino que yo los he escogido de entre el mundo. Por eso el mundo los aborrece».
Juan 15:19

El cielo es el lugar de Cristo, donde él está y a donde lleva a los que son suyos. El mundo es el lugar de Satanás; su poder está aquí. Inclinar nuestro corazón al mundo es ser leales a él, en cambio, dirigir su atención los cielos es ser leales a Cristo.

Aquí tenemos la razón para el cruel odio del mundo hacia Jesús y el por qué ha perseguido a sus seguidores con tanta amargura, aún hasta llevarlos a la muerte. El diablo está en la carne y la domina. Cristo está en el Espíritu. Este mundo nos aleja de Cristo. Cristo es su enemigo invencible. Esta gran verdad se ilustra por el hecho de que la obra de Cristo es tomar posesión del mundo y hacer que su atractivo poder promueva sus propósitos. Pero él establece un reino de los cielos que no es de este mundo. Un nuevo poder ha llegado, se ha establecido un nuevo reino y se ha hecho un nuevo mundo. Se requerirá el fuego del juicio y el nuevo poder creativo para hacer cielos nuevos y tierra nueva antes de que puedan removerse el estigma y las ruinas de la devastación causada por el Diablo y sus manos mortíferas, y que este planeta sea adecuado para los propósitos de Dios.

Dada la fuerte presión para que jure lealtad al mundo, el cristiano, mediante su relación con Jesucristo es arrebatado de los brazos mortales del mundo y liberado de su poder contaminante.

Reflexión: ¿En qué formas ha experimentado usted la animosidad del mundo por causa de su lealtad a Cristo? ¿Qué significa «dirigir la atención del corazón a los cielos»?

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