Teofanía significa manifestación, aparición o revelación de la divinidad. Deriva de la voz griega θεοφάνεια (theopháneia), palabra que se compone de θεός (theós), que significa Dios, y φαίνω (phainō), aparecer.
En muchas religiones, encontramos diversas manifestaciones de la divinidad, ya sean en forma perceptible, según narran los distintos mitos religiosos, ya en forma de sueños, éxtasis y visiones. Incluso, en un sentido más amplio, podemos considerar teofanía toda exposición a un simulacro de divinidad, ya sea dentro de un santuario o llevado procesionalmente entre el pueblo.
Teofanía en el Antiguo Testamento
Teofanía también puede referirse a las manifestaciones y apariciones de Yahvé al pueblo de Israel, tal como son relatadas en el Antiguo Testamento, en los primeros capítulos del Génesis, o según se narra en el Éxodo (III: 4-6), en forma de fuego, cuando Yahvé aparece ante Moisés como una zarza ardiente; o en forma humana, cuando Moisés lo ve en el monte de Sinaí, durante la entrega de los Diez Mandamientos (Éxodo, XXIV: 10).
Para referirse a una teofanía, se utiliza también la expresión de Ángel de Yahvé o del Señor en diversas partes de la Biblia: Números, XXII: 32-35; Jueces, II:1-5, VI:1-24. De igual modo, a lo largo de todo el Antiguo Testamento se registran testimonios de teofanías en varios profetas: Isaías, VI; Ezequiel, I; Daniel, VI.
Teofanía de Mamré
Es un pasaje del Antiguo Testamento que relata la aparición de Dios a Abraham en la llanura de Mamré (Génesis, 18). Allí, aparte del anuncio de que Abraham y Sara, su mujer, ambos ya ancianos, engendrarán a un nuevo hijo, se desarrolla un diálogo entre Abraham y el Dios donde el primero intercede por Sodoma, objetando su destrucción en caso de existir en aquella ciudad suficientes hombres justos, pues aquello supondría el castigo de éstos a la par de los injustos. Se considera uno de los episodios bíblicos emblemáticos sobre la aplicación de la justicia divina.
Teofanía de Jesús
Se conoce como Teofanía la fiesta del 6 de enero en la Iglesia ortodoxa griega, misma fecha en que la Iglesia Católica celebra la Epifanía del Señor, con un sentido semejante.
El nombre de la fiesta Teofanía alude a la manifestación de la Santísima Trinidad en el bautismo de Jesús, cuando el Espíritu Santo desciende en forma de paloma y se oye la voz del Padre que anuncia a Cristo como su hijo muy amado, según aparece narrado en el Nuevo Testamento. En la escena, pues, están representadas todas las personas de la Santísima Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Teofanía y epifanía
Aunque teofanía y epifanía son términos muy semejantes y tienden a ser confundidos, no son sinónimos. Mientras que teofanía se refiere literalmente a la manifestación sobrenatural de Dios o los dioses, la palabra epifanía, en su sentido etimológico, significa 'aparecer por encima' o 'mostrarse por encima'.
A diferencia de la Iglesia Ortodoxa, cuya fiesta de la teofanía se refiere a la revelación sobrenatural de la Santísima Trinidad, la fiesta de la Epifanía del Señor de la Iglesia Católica se refiere al momento en que el Niño Jesús es visitado por los reyes del Oriente, quienes reconocen en él una autoridad superior. A esta revelación de Jesús como una autoridad superior a los poderes terrenales se le conoce con el nombre de epifanía.
Por lo tanto, en el contexto del cristianismo, la teofanía tiene una connotación trinitaria, mientras que la epifanía tiene una connotación cristológica.
Teofanía en la Historia Antigua
Herodoto llama teofanía a la fiesta primaveral de Apolo en Delfos, en la cual era conmemorado el nacimiento del dios y el regreso anual de Apolo (Sol) a las regiones hiperbóreas.
Teofanía y filosofía
El filósofo Escoto Eriúgena empleó el término teofanías para referirse a todos los seres, tanto corpóreos como espirituales, que son irradiaciones de la substancia divina. En este sentido, la teofanía simboliza la verdadera naturaleza de las cosas finitas, es decir: manifestar la única e inmutable realidad, que es Dios.
Referencia Bibliográfica: