La palabra evangelio significa "buenas nuevas", así que el evangelio de Cristo son las buenas nuevas de Su venida con el fin de ofrecer el perdón de los pecados a todos los que crean (Colosenses 1:14; Romanos 10:9). Desde el pecado del primer hombre, la humanidad ha estado bajo la condenación de Dios (Romanos 5:12). Puesto que todos quebrantan la ley perfecta de Dios cometiendo pecados, todos son culpables (Romanos 3:23). El castigo por el crimen del pecado es la muerte física (Romanos 6:23) y luego pasar una eternidad en un lugar de castigo (Apocalipsis 20:15; Mateo 25:46). A esta separación eterna de Dios se le llama también "la segunda muerte" (Apocalipsis 20:14-15).
La mala noticia de que todos son culpables de pecado y condenados por Dios se contrarresta con el evangelio, las buenas nuevas de Jesucristo. Dios, por Su amor al mundo, ha abierto un camino para que el hombre sea perdonado de sus pecados (Juan 3:16). Envió a su Hijo, Jesucristo, para tomar los pecados de la humanidad sobre sí mismo por medio de la muerte en una cruz (1 Pedro 2:24). Al echar nuestro pecado sobre Cristo, Dios garantizó que todos los que crean en el nombre de Jesús serán perdonados (Hechos 10:43). La resurrección de Jesús garantiza la justificación de todos los que creen (Romanos 4:25).
La Biblia explica el contenido del mensaje del evangelio: "Además os declaro, hermanos, el evangelio que os he predicado, el cual también recibisteis, en el cual también perseveráis; por el cual asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, si no creísteis en vano. Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras; y que apareció a Cefas, y después a los doce. Después apareció a más de quinientos hermanos a la vez" (1 Corintios 15:1-6). En este pasaje, Pablo enfatiza la supremacía del evangelio...es de "primera importancia". El mensaje del evangelio contiene dos hechos históricos, respaldados por las Escrituras: La muerte de Cristo y Su resurrección. Ambos hechos están respaldados por otras pruebas: La muerte de muerte de Cristo se demuestra con Su sepultura, y Su resurrección con los testigos oculares.