Túnel de Ezequías o Siloé

Túnel de Ezequías o Siloé

También llamado túnel de Siloé por la inscripción descubierta en el mismo, que cuenta la historia de su apertura, el Túnel de Ezequías es una conducción de agua subterránea bajo la ciudad de David en Jerusalén. Mencionado en la Biblia (Reyes 2, 20:20) como obra del rey Ezequías dentro de los preparativos para la defensa de la ciudad del asedio de los asirios, pasa por ser uno de los túneles más antiguos y largos del mundo que se puede visitar.

Los análisis de materia orgánica encontrados en el revoque original de sus muros confirmaron la datación proporcionada por los textos bíblicos que mencionan su construcción.

No obstante, nuevas excavaciones realizadas en 2011 sugieren qe podría ser mucho más antiguo, de finales del siglo IX o principios del VIII a.C.

Lo que si parece claro es que la estructura se enmarcaba dentro del plan para proteger la ciudad de los asirios, que durante la segunda mitad del siglo VIII a.C. avanzaban desde Siria y Cisjordania en dirección al Imperio Nuevo de Egipto, y así proveer a la ciudad de agua potable durante el asedio que tuvo lugar en 701 a.C.

Foto Tamar Hayardeni en Wikimedia Commons

El túnel parte de la Fuente de Gihón, la única con agua durante todo el año, un manantial subterráneo que mana en una gruta en la ladera este del monte Sion protegida por una torre defensiva incluída ya en las murallas de la ciudad.

Sigue por la vertiente de los Jebuseos (identificada como el canal a través del que los israelitas conquistaron la ciudad en tiempos del rey David), y se dirige en dirección Sur-suroeste a través de la montaña de Sion hasta desembocar en la Piscina de Siloé, ya en el interior de los muros de la ciudad. La actual piscina es bizantina, aunque las excavaciones arqueológicas hallaron otra más antigua en su interior.

La construcción del tunel se inició por ambos lados, un grupo de trabajores comenzó a perforar desde la Fuente de Gihón y el otro desde la piscina. Cómo los israelitas lograron dirigir a los dos equipos para que convergiesen sigue siendo desconocido para los investigadores.

Algunos han sugerido que para orientar a los excavadores otros grupos iban golpeando la superficie rocosa con grandes mazas o martillos con el fin de dirigirlos en la dirección correcta. No obstante, en la estructura del túnel son evidentes los múltiples errores direccionales cometidos.

En 1884 se halló en las cercanías de la entrada por el lado de la piscina una lápida incrustada en la pared, denominada inscripción de Siloé, que hoy se encuentra en el Museo Arqueológico de Estambul.

En ella se detallan los trabajos de la última fase de la construcción, cuando ambos grupos de trabajadores se hallaban separados apenas por 30 metros de distancia, lo que la convierte en una joya arqueológica. Por desgracia una parte de la inscripción es hoy ilegible, y se cree que podría proporcionar más información acerca del sistema empleado por los israelitas. La parte legible dice:

"… la perforación. Esta es la historia de la perforación. Cuando todavía … pico(s) …. cada uno hacia su compañero y cuando todavía faltaban perforar tres varas, … la voz de un hombre que le gritaba al otro, pues allí había una brecha del lado derecho …Y el día de la ruptura se encontraron los trabajadores, hombre contra hombre, pico contra pico, y el agua fluyó de la fuente hacia el estanque, 1200 varas, y de 100 varas era el grosor de la roca por sobre las cabezas de los trabajadores".


Copia de la inscripción de Siloé, en su ubicación original / foto Tamar Hayardeni en Wikimedia Commons

Pero el túnel ya fue descrito por vez primera por Franciscus Quaresmius en 1625, y explorado en 1838 por el investigador bíblico Edward Robinson y por Charles Warren en 1865. Fue éste último quien sugirió que pudo haber sido construido por el rey Ezequías, lo que vendría a confirmar el descubrimiento de las inscripción 19 años más tarde.

El túnel tiene 533 metros de largo y una diferencia de altura entre sus dos extremos de apenas 30 centímetros, suficiente para desviar el agua hacia el interior del recinto defensivo.

Tanto el área de la Fuente de Gihón como la totalidad del tunel hasta la piscina de Siloé pueden visitarse y recorrerse por turistas y aficionados a la arqueología, lámpara en mano y con el agua a la altura de las rodillas durante todo el recorrido.

En 1899 se descubrió otro canal subterráneo que conectaba igualmente la Fuente de Gihón con las inmediaciones de la Piscina de Siloé. Los arqueólogos determinaron que éste era mucho más antiguo, construido alrededor del año 1800 a.C. en la Edad del Bronce, constituyendo así una prueba de que el agua de la fuente ya era aprovechado muchos siglos antes del reinado del rey Ezequías.



Referencia Bibliográfica:

https://www.labrujulaverde.com/2016/08/el-tunel-de-ezequias-uno-de-los-mas-antiguos-del-mundo-visitable-construido-en-701-a-c

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