El falso evangelio | L. R. Shelton, Jr.

El falso evangelio

En la actualidad prolifera un evangelio falso del cristianismo carnal que ha engañado a muchas almas. La mayor parte del cristianismo de hoy no se ha sometido al señorío de Jesucristo. Estas almas han edificado su casa sobre la arena y, por lo tanto, sucumben fácilmente a esta enseñanza que ha saturado a nuestra nación y a nuestros púlpitos. Por lo tanto, nuestro propósito es exponer el verdadero evangelio y el falso, presentando claramente las advertencias de la Palabra de Dios de que no debemos sembrar para la carne, sino para el Espíritu. Espero que tengas un corazón receptivo y la Biblia abierta al orar que Dios obre en nosotros a través de su Espíritu.

La Biblia nos advierte sobre este falso evangelio en Gálatas 6:7, 8: "No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna". En mi opinión, esta es una advertencia muy seria para todos nosotros, especialmente en esta época cuando se predica en gran escala el evangelio de una fe fácil y del cristianismo carnal. La realidad es que la mayor parte de la cristiandad está engañada respecto al estado de su alma eterna ante Dios. Lo que sucede es que se predica únicamente la justificación por la fe y se omite el vivir una vida santa. Han convertido la gracia de Dios en lascivia; la actitud de la mayoría ha sido: "Un poco de pecado no hace mal-es que, ¿sabes? no soy más que un 'cristiano carnal'; además, ¿acaso la gracia no lo cubre todo?"

Santidad requerida por Dios

Pero mi oración es que Dios obre por medio de su Espíritu, y abra los ojos de los ciegos para que vean la tremenda pecaminosidad del pecado, de modo que se arrepientan, porque ésta es nuestra única esperanza. ¡Oh, cómo deberíamos clamar al Señor para que nos muestre la verdad de su Palabra que apele no a nuestros deseos carnales ni a nuestras emociones carnales, sino a aquello que nos despoja de la carne y nos presenta desnudos ante Dios en confesión y arrepentimiento! Debemos clamar a él pidiéndole que obre en nuestro corazón por medio de su Espíritu a fin de que la santidad de pensamiento, palabra y comportamiento caracterice nuestro corazón y nuestra vida.

Esta enseñanza falsa del cristianismo carnal ha saturado a nuestras iglesias de tal modo que a nadie se le ocurre cuestionar su relación con Cristo a pesar de la vida que lleva. Se les enseña que si han creído, eso es suficiente, y, por lo tanto su alma está en paz con Dios. Pero la Palabra de Dios no enseña tal cosa, sino que afirma lo contrario. Leemos en Hebreos 12:14: "Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor". Sí, la santidad tiene que caracterizar nuestra vida, "pues no nos ha llamado Dios a inmundicia, sino a santificación" (1 Tesalonicenses 4:7). "Nos escogió en él [Cristo] antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él" (Efesios 1:4). Dice también que él "nos salvó y llamó con llamamiento santo" (2 Timoteo 1:9) .Éste es el mismo que nos ordena como "hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia, sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; porque escrito está: Sed santos porque yo soy santo" (1 Pedro 1:14-16).

Nuestro pasaje de Gálatas 6 declara lo mismo. Dios quiere que comprendamos que no nos dejemos engañar por esta falsa enseñanza, sea lo que fuere que losy falsos predicadores y maestros digan al respecto: "Pues todo lo que el hombre sembrare, esto también segará". Mi amigo, si siembras para la carne, de la carne segarás corrupción. No importa cuántas profesiones de fe hayas hecho o a cuál iglesia pertenezcas ¡no te puedes burlar de Dios! Él no hace acepción de personas. Cada persona que siembra para la carne segará corrupción.


Fragmento tomado del libro "El verdadero evangelio de Cristo vs. El evangelio falso del cristianismo carnal", Autor: L. R. Shelton, Jr. (1923-2003)

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