• Declarará al mundo culpable.
Una de las principales tareas del Espíritu hoy día es dar prueba tangible al mundo del pecado, la justicia y el juicio. Las tres acusaciones que el Espíritu hace al mundo está basada en la obra de Cristo.
• Él haría que los discípulos recordasen.
El Espíritu haría que los discípulos recordasen los hechos de manera que sus escritos fuesen inerrantes, y les enseñaría exactamente el significado de aquellos hechos de modo que su teología fuera correcta. La exactitud del registro y la interpretación dependía de la obra del Espíritu: negar ambas cosas es difamar de Su obra.
• Él regenerará.
Este aspecto del ministerio del Espíritu a los hombres es discutido con más detalles bajo la soteriología.
• Él sostendrá el cuidado espiritual de los creyentes:
(Morando) Aunque la morada del Espíritu en el creyente no era desconocida en el Antiguo Testamento, no era universal entre todos. Ahora Él está en los creyentes, y evidentemente esa es una relación diferente. En la Primera Epístola Juan habla, de la morada bajo la figura de unción.
(Enseñando) El ministerio de la enseñanza está basado directamente sobre la unción o morada. Por supuesto, la presencia del Espíritu no garantiza en sí que el creyente será enseñado, pero lo hace posible. El contenido de esa enseñanza incluía cosas que los discípulos no podían entender sino hasta después de su resurrección y su objetivo era la persona misma de Cristo. De modo que, la glorificación de la persona es la demostración de que el Espíritu está enseñando.
(Llenando) El Espíritu Santo en cumplimiento de la ceremonia de la fiesta los tabernáculos satisfará la sed y desbordará las vidas de aquellos que creen en Jesús. Tal llenura resultará en servicio, porque los ríos correrán del creyente hacia otros.
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Teología