Hay una vida que Dios nos ofrece. Una vida que Él diseñó para nosotros. Esta vida es mencionada en la Biblia, de principio a fin. Y es la vida de Dios. Su traducción en griego es "Zoé", una vida sobrenatural, increada, que es eterna y divina.
"En Él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres".
Juan 1.4 RV60
De esta vida zoé, habló Jesús con Nicodemo: "Dios amó tanto a la gente de este mundo, que me entregó a mí, que soy su único Hijo, para que todo el que crea en mí no muera, sino que tenga vida eterna" Jn 3.16 TLA. Adán y Eva perdieron esta vida por causa de la desobediencia. ¿Recuerdas la historia en Edén? En el huerto habían dos árboles: El árbol de la vida y el árbol de la ciencia del bien y el mal. Ese árbol de la vida representaba a Cristo, si ellos hubiesen comido de su fruto, hubieran vivido para siempre. Pero escogieron el segundo árbol, y fue allí donde la muerte (pecado) entró en el hombre. Sin embargo, Dios quiso darnos de nuevo esa vida zoé, y lo hizo a través de Jesús.
"Yo he venido para que tengan vida y para que la tengan en abundancia".
Juan 10.10 RV60
El nuevo nacimiento representa la vida zoé. Esa vida sobrenatural que no podemos obtener por medio de nuestro propio esfuerzo. Jesús también le dijo a Nicodemo: "Todos nacen de padres humanos; pero los hijos de Dios solo nacen del Espíritu". El nuevo nacimiento es la vida zoé que Dios pone en nosotros cuando venimos a los pies de Cristo. Cuando rendimos nuestra vida a Dios, nos estamos despojando de nosotros mismos, estamos renunciando a nuestra vida. Cuando morimos a nosotros, es cuando volvemos a nacer de nuevo.
"De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas".
2 Corintios 5.17 RV60
Autora: Madelin Reyes
Fecha: 31 de Agosto 2022
Ministerio: Yo soy más en Cristo
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Devocionales