Amar a Dios | Devocional

 

Amar a Dios | Devocional

En varias ocasiones le he pedido a Dios que me enseñe a amarlo como corresponde. Algo que he aprendido al leer Su Palabra es, que el amor a Dios no se reduce a un sentimiento, sino en hacer Su voluntad. Guardar Sus mandamientos complace a Dios, lo hace feliz. Y eso es una cuestión diaria.

"Si me amáis, guardad mis mandamientos". 

Juan 14.15 RV60

Un hombre se acercó a Jesús, y le preguntó: 

"¿Cuál es el primer mandamiento de todos? Jesús le respondió: El primer mandamiento de todos es: "Oye, Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es. Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que estos".
Marcos 12.29‭-‬31 RV60

Uno de los conceptos que Wikipedia nos presenta sobre el amor, es el siguiente: Se interpreta como un sentimiento relacionado con el afecto y el apego, y resultante y productor de una serie de actitudes, emociones y experiencias. Hay dos palabras que sobresalen del enunciado mencionado: AFECTO y APEGO. 

El afecto y el apego es el vínculo sentimental entre dos individuos, ya sea por un núcleo familiar, o si bien, por mantener una amistad o relación sentimental. Ambos se consideran sinónimos, pero se diferencian por ciertas características: 

● El afecto genera un marco de confianza, en un contexto de comunicación y desarrollo. Algo, que despierta el interés, la armonía y el gozo.

● Y el apego es la relación afectiva más íntima, profunda, es lo que da un sentido de seguridad, autoestima, confianza, autonomía y efectividad.

Es interesante que, ambos términos se aplican en la relación entre una madre y su bebé. En otras palabras, un amor genuino, puro, armonioso y sincero. El amor que Dios demanda es este, y no por obligación, sino voluntario, nacido del corazón. Por lo tanto, amar a Dios es una acción, es una forma de vivir.

"No se contenten solo con escuchar la palabra, pues así se engañan ustedes mismos. Llévenla a la práctica".
Santiago 1.22 RV60

La forma en que Jesús amaba a Dios, nos muestra que el amor va dirigido por la acción de servir a los demás. Jesús sentía empatía por el prójimo. Jesús no esperaba una ocasión para hacer el bien, sino que, Él buscaba a las personas que necesitaban de Su ayuda, sin que estas le pidieran ayuda. Él amaba sin juzgar las malas acciones de sus adversarios, perdonaba y seguía Su camino sin rencor. De Su boca salían palabras de esperanza. Mostraba amabilidad, respeto y cortesía hacia los que le rodeaban. Y fueron cada una de estas cosas las que les enseñó a Sus discípulos a hacer, antes de Su partida. Al lavar los pies de sus amigos, mostró la humildad y la sencillez que había en Su corazón, y cómo Él los amaba, por eso cuidaba de ellos. 

El amor va más allá del sentido común. Amamos a Dios, cuando amamos a nuestro prójimo. Cuando buscamos hacer el bien a los que nos rodean, sin esperar nada a cambio. Esa es la voluntad de Dios, que nos amemos unos a otros, así como Él nos ha amado por medio de Su Hijo Jesús. Llegamos a la conclusión que, la obediencia es la mayor evidencia de amor delante de Dios.

Jesús al vivir una vida justa y recta, demostró que vivía en el amor de Dios, según su Palabra.  

"El amor consiste en esto: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que Él nos amó a nosotros y envió a Su Hijo, para que, ofreciéndose en sacrificio, nuestros pecados quedaran perdonados. Todo aquel que confiese que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él, y él en Dios. Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él. En esto se ha perfeccionado el amor en nosotros, para que tengamos confianza en el día del juicio; pues como Él es, así somos nosotros en este mundo. Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto? Y nosotros tenemos este mandamiento de Él: El que ama a Dios, ame también a su hermano".
1 Juan 4:10, 15, 17, 20‭, 21 RV60


Amar a Dios es más que una palabra. Amar a Dios es más que un sentimiento. Amar a Dios es hacer su voluntad. Es guardar sus mandamientos. El amor se demuestra con hechos, no solo con oraciones o canciones de amor. Jesús, al vivir una vida justa y recta, demostró que vivía en el amor de Dios, según Su Palabra. Pero su amor cruzó fronteras, al dar su vida como ofrenda en la cruz. Él tuvo que morir, para que nosotros viviéramos.



 Autora: Madelin Reyes

Fecha: 3 de Septiembre 2022

Ministerio: Yo soy más en Cristo 

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