Devocional: La paz que Jesús ofrece

Persona libre


La paz es una realidad que pocos experimentan hoy. Pero en medio de nuestro mundo caótico, Dios ofrece una paz que trasciende nuestra comprensión humana. Esta esperanza es central a la historia de la Biblia.

Debido a la rebelión de Adán y Eva en el Edén, todos nacemos con la necesidad de una relación restaurada con nuestro Creador. Sin embargo, Dios abordó este problema de relación. Prometió enviar a alguien que ofrecería salvación para todos. Esta persona es Jesús, «el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo» (JUAN 1:29). Por fe, identificamos el sacrificio de Jesús por nuestros pecados y confiamos en Él para experimentar salvación y, como resultado, paz con Dios.

No obstante, las situaciones diarias amenazan esta paz. El enojo, los celos, el estrés, las relaciones y los problemas laborales y de salud nos dejan con una sensación que no tiene nada que ver con la paz. Pero hay otra clase de paz que Jesús nos ofrece: la paz de Dios. 

Jesús declaró: «La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo» (JUAN 14:27). El apóstol Pablo anima a sus lectores con estas palabras: «Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos» (COLOSENSES 3:15). La gran historia de la Biblia es que Jesús conquistó la muerte y nos promete vida eterna. Gracias a esta maravillosa verdad, no tiene por qué consumirnos la incertidumbre del mundo. En cambio, podemos dejar que la paz de Dios gobierne en nuestros corazones.

Autor: David Frees

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