Buena para ti | David Frees

La sabiduría de Dios

"[Miel] será a tu alma el conocimiento de la sabiduría; si la hallares tendrás recompensa...." (Proverbios 24:14).

En 2016, la población mundial gastó unos 98.200.000.000 de dólares en chocolates. El número es impactante, pero al mismo tiempo, no es tan sorprendente. Después de todo, sabe delicioso y nos encanta comerlo. Por eso, todos se alegraron cuando se descubrió que la dulce golosina también beneficia mucho la salud. Contiene flavonoides, los cuales protegen el cuerpo contra el envejecimiento y los ataques al corazón. Jamás una receta para la buena salud se ha recibido o escuchado con tanto agrado (¡desde luego, consumido con moderación!).

Salomón sugirió otro «dulce» digno de consumir: la sabiduría. Le recomendó a su hijo comer miel «porque es buena» (PROVERBIOS 24:13), Y compara su dulzura con la sabiduría. A la persona que se alimenta de la sabiduría de Dios en la Escritura le resulta beneficiosa para la enseñanza y el entrenamiento, y la equipa para «toda buena obra necesaria para realizarse en la vida (2 TIΜΟΤΕΟ 3:16-17).

La sabiduría nos permite tomar decisiones inteligentes y entender nuestro entorno. Vale la pena invertir en ella y compartirla con nuestros seres queridos, como lo hizo Salomón con su hijo. Saborear la sabiduría de Dios en la Biblia nos hace sentir bien. Es un dulce que podemos disfrutar sin limites; en realidad, ¡se nos alienta a hacerlo! 

"Dios, aliméntame con tu sabiduría."

¿Qué sabiduria debes consumir hoy?
¿Cómo te ha sido dulce la sabiduría de Dios?

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