La línea de montaje de Satanás produce millones de pecados cada día. Los empaca en inmensos aviones de carga, los envía al cielo y los presenta delante de Dios y se rie, y se rie y se rie.
Algunas personas trabajan tiempo completo en esa línea de montaje. Otros renuncian a sus trabajos allí y solo vuelven de vez en cuando.
Cada minuto de trabajo en la línea de montaje hace a Dios la burla de Satanás. El pecado es el negocio de Satanás porque él odia la luz, la belleza, la pureza y la gloria de Dios. Nada le complace más que cuando las criaturas desconfían y desobedecen a su Hacedor. Por eso, la navidad es buenas nuevas para el hombre y buenas nuevas para Dios.
"Palabra fiel y digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores" (1 Timoteo 1:15). Ésa es buenas nuevas para nosotros. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo (1 Juan 3:8). Ésa es buenas nuevas para Dios.
La navidad es buenas nuevas para Dios porque Jesús ha venido a parar la fábrica de montaje de Satanás. Él ha entrado a la fábrica, solicitado la Solidaridad de los fieles, e iniciado una salida masiva.
La navidad es un llamado a parar la fábrica de montaje del pecado. Ninguna negociación con los jefes. Ningún regateo, Solo oposición enfocada y determinada contra el producto.
La solidaridad navideña intenta derribar los aviones de cargo. No se usará fuerza ni violencia, sino que, con devoción incansable a la Verdad, se expondrán las condiciones de la industria del diablo que destruye la vida.
La solidaridad navideña no se rendirá hasta que un pleno cierre se haya realizado. Cuando el pecado haya sido destruido, el nombre de Dios será plenamente exonerado. Nadie se reirá de Él jamás.
Si usted quiere darle un regalo a Dios esta navidad, abandone la línea de montaje y no vuelve jamás. Tome su lugar en la línea de montaje del amor. Únese a la solidaridad navideña hasta que el nombre majestuoso de Dios sea exonerado y Él sea glorioso en medio de la alabanza de los justos.