¿Cómo enfrentarse a la tentación? | Madelin Reyes

¿Cómo enfrentarse a la tentación? | Madelin Reyes

«Velen y oren para que no entren en tentación; el espíritu está dispuesto, pero la carne es débil», (Mateo 26:41 NBLA).

La tentación se presenta de diferentes maneras, por lo que debemos estar alerta. Es más astuta que cualquiera de nosotros. Tiene cada uno de sus movimientos perfectamente calculados. Ella llega, te seduce y te hace caer, luego se retira sigilosamente.

Su apariencia es buena al paladar, agradable a los ojos y codiciable para alcanzar la sabiduría. La distracción es su mayor aliada, si no andas con cuidado puedes caer entre sus garras. Durante nuestra estadía en la tierra, estaremos expuestos ante tal fiera. Somos la carnada de ese león rugiente.

La tentación no proviene de Dios, porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni Él tienta a nadie. Al contrario, cuando somos tentados, son nuestros propios deseos los que nos arrastran y dominan. Los malos deseos nos llevan a pecar; y cuando vivimos solo para hacer lo malo, lo único que nos espera es la muerte eterna.

La tentación también es usada por el enemigo. Él busca separarnos de Dios, a como dé lugar, de manera que, usa su arma letal, para disparar sus dardos en contra nuestra. Él mejor que nadie sabe como utilizarla, porque conoce nuestras debilidades, a veces mejor que nosotros mismos.

El corazón es el tiro al blanco, ahí es donde siembra la semilla. La mente es el campo que produce los frutos. Mientras que nuestro cuerpo es quien lleva a la práctica el pecado cultivado. Ceder a la tentación es entregarle el dominio sobre nuestro cuerpo, mente y voluntad al pecado. Es darle el timón para que maneje nuestra vida, de acuerdo a su voluntad.

Cuando la tentación toque a tu puerta, no le abras. Si te persigue, no voltees, ni la observes. Si se presenta en tus pensamientos o sueños, no la ánalices. No juegues con el pecado, porque el que con fuego juega, con fuego se quema. En nosotros está el querer como el hacer. Negarnos a la tentación o ceder a ella.

Cuando la tentación te quiera seducir, combátela con oración. Orar es la clave maestra para vencer la tentación y alejar al diablo de nosotros. Porque con Dios a nuestro lado, el diablo está derrotado.

Autor: Madelin Reyes (Adm. Yo soy más en Cristo)

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