"Justicia y juicio son el cimiento de tu trono; misericordia y verdad van delante de tu rostro. Bienaventurado el pueblo que sabe aclamarte; andará, oh Jehová, a la luz de tu rostro. En tu nombre se alegrará todo el día, y en tu justicia será enaltecido". SALMOS 89:14-16
El cristianismo, si pudiéramos definirlo, es una religión interior, mientras que todas las demás son exteriores. Jesús dijo que hemos de adorar en espíritu y en verdad; por lo que me pregunto si en esta generación hemos perdido ese concepto de interioridad de nuestro cristianismo. ¿Será que perdimos el significado de la presencia de Dios?
No hay nada más importante para el cristiano que vivir en la presencia de Dios. Vivir en la consciente presencia de Dios es la ocupación que deleita a cada cristiano. Muchos han perdido esto y necesitan recuperar esa magnífica presencia.
Los cristianos van a la iglesia el domingo y sienten la presencia de Dios, pero lo triste es que cuando se van, allí la dejan. No debemos abandonar ese sentir a Dios. Eso significa perder el temor reverencial, el santo temor de Dios, la maravilla de lo que es Dios. Perdimos la sensación de deleite en ”Dios y en su presencia.”
¿Qué sería de nuestros días sin vivir en la consciente presencia de Dios Todopoderoso? No querría vivir ningún día en que Él no estuviese presente en mi vida. Estoy dispuesto a hacer lo que haga falta para mantenerme en esa presencia.
¡Bendito Jesús! En trono de gloria por siempre, todas las huestes celestiales te adoran, sentado junto a tu Padre. Adoración, honor, poder y bendición, digno eres de recibir. Te alabamos sin cesar, cantando a viva voz. (John Bakewell • 1721-1819).
"Padre nuestro que estás en el cielo, tu presencia en la tierra da a mi corazón el gozo más maravilloso. Que mi día sea lleno de tu presencia. En el bendito nombre de Jesús, amén."