Lección 7 | Fundada sobre los apóstoles | R. C. Sproul

Lección 7 | Fundada sobre los apóstoles | R. C. Sproul

¿Cuál es el fundamento de la iglesia? Cantamos el himno "El único fundamento de la iglesia es Jesucristo Nuestro Señor". A veces las palabras de los himnos son un canal de información errónea. Jesús es parte del fundamento, sin duda, pero en términos de la metáfora de construcción, podemos ser más precisos. Él no es solo el fundamento, sino que se le llama la principal piedra angular de la iglesia. Todo el fundamento se construye en él como la principal piedra angular.

¿Pero cuál es el fundamento? Según el Nuevo Testamento, el fundamento son los apóstoles y profetas. Recordemos cuando Pedro, en Cesarea de Filipo, hizo su gran confesión después de que Jesús preguntara: "Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?" Simón Pedro respondió: "Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente". Jesús le respondió: "Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló ningún mortal, sino mi Padre que está en los cielos. Y yo te digo que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia, y las puertas del Hades no podrán vencerla" (Mateo 16:15-18). La iglesia que Cristo estableció no está construida sobre un fundamento de arena, sino que está construida sobre una roca, y la roca sobre la cual está construida, según la imaginería del Nuevo Testamento, es la roca de la Palabra profética y apostólica, es decir, los escritos bíblicos.

Observemos el libro de Apocalipsis. Allí, en el capítulo 21, leemos sobre la aparición de la Nueva Jerusalén, la ciudad celestial que desciende desde arriba. Vemos que se la describe en magníficos términos. En 21:14, leemos lo siguiente: "La muralla de la ciudad tenía doce cimientos, y en ellos estaban los nombres de los doce apóstoles del Cordero" (Apocalipsis 21:14). Incluso la Nueva Jerusalén está cimentada sobre el fundamento de los apóstoles.

¿Cuál es la significación de esto? Yo creo que el atributo de la iglesia que está bajo un gravísimo ataque en nuestros días es su apostolicidad, porque dentro de la iglesia ha habido un rechazo indiscriminado de la autoridad de la sagrada Escritura. Se trata de una rebelión contra el propio fundamento de la iglesia. Puede que rechaces la enseñanza de Pablo, y puede que discrepes con la enseñanza de Pedro, y puede que no creas en la integridad de la sagrada Escritura, pero en este punto te ruego que no intentes robar la iglesia de Cristo para construirla sobre algún otro fundamento. ¿Por qué mejor no ser honesto y decir: "Yo rechazo el cristianismo", en lugar de tratar de construir una nueva versión mejorada sobre algún otro fundamento?

¿Qué significa ser apostólico? Para responder esa pregunta, debemos volver al comienzo y preguntar: "¿Qué es un apóstol?". El término apóstol viene de la palabra griega apostolos, que significa "uno que es enviado". Los apóstoles son enviados de alguien a algún lugar. En la cultura griega, un apostolos era alguien que era mensajero, embajador, o emisario. El apostolos estaba autorizado por el rey para representarlo en su ausencia.

Puesto que un apóstol es uno que es enviado por alguien y que tiene autoridad delegada, el supremo Apóstol del Nuevo Testamento es Jesús mismo. Él fue enviado por el Padre al mundo, y cuando vino dijo: "Yo no he hablado por mi propia cuenta; el Padre, que me envió, me dio también el mandamiento de lo que debo decir y de lo que debo hablar" (Juan 12:49). También dijo: "Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y en la tierra" (Mateo 28:18).

En este sentido, el segundo apóstol en el Nuevo Testamento no es uno de los discípulos (aunque algunos de ellos fueron apóstoles también), sino más bien el Espíritu Santo, Jesús dijo: "Yo rogaré al Padre, y él les dará otro Consolador, para que esté con ustedes para siempre: es decir, el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir porque no lo ve, ni lo conoce; pero ustedes lo conocen, porque permanece con ustedes, y estará en ustedes" (Juan 14:16-17).

En los primeros siglos de la expansión del cristianismo, la mayor amenaza para el cristianismo bíblico provenía de una herejía llamada gnosticismo. Los gnósticos (de la palabra griega gnosis) eran personas que pretendían poseer un conocimiento especial. Ellos afirmaban ser los guōstikoi, los que saben, e hicieron un decidido esfuerzo por suplantar la autoridad de los apóstoles bíblicos. Ellos aducían que su conocimiento era más elevado y superior al conocimiento proclamado por los apóstoles de Jesús, y escribieron un enorme cúmulo de literatura para exponer su pretensión de superioridad.

Uno de los paladines de la fe cristiana en aquel entonces fue un teólogo llamado Ireneo. Ireneo fue un apologeta del cristianismo. Una de sus obras más importantes se tituló Contra las herejías. La principal herejía que abordó fue el gnosticismo. En su refutación de los gnósticos, Ireneo empleó una línea de razonamiento que es importante para nosotros hoy en día. Esa linea de razonamiento se servía del significado fundamental del término apóstol. Una vez más, la palabra apostolos significa literalmente "uno que es enviado o uno al que se le da autoridad debidamente constituida para representar al que lo envia". Ireneo dijo que los gnósticos no solo rechazaban la autoridad de los apóstoles, sino que, por una lógica irrebatible, rechazaban la autoridad de Cristo y la autoridad de Dios.

¿Cómo llegó a esta conclusión? De la siguiente forma: al rechazar a los apóstoles, aquellos que fueron enviados por Cristo y fueron comisionados por la autoridad de Cristo, ellos estaban rechazando la autoridad de aquel que los comisionó. Si estaban rechazando la autoridad de aquel que envió a los apóstoles bíblicos, es decir, el propio Cristo, entonces también estaban rechazando la autoridad de aquel que comisionó a Cristo para que viniera al mundo, es decir, Dios el Padre. Ireneo les dijo a los gnósticos que a fin de cuentas ellos eran ateos y su ataque a los apóstoles se reducía a un ataque contra Dios mismo, porque hay una cadena de comisión que va desde el Padre al Hijo y del Hijo a los apóstoles.

El concepto de tradición apostólica es de vital importancia para la Biblia. Esta tradición no es algún contenido oral no escrito como se afirma en las tradiciones cristianas no protestantes, sino más bien es el Nuevo Testamento mismo. Es la tradición apostólica que la iglesia no ha inventado sino que más bien ha recibido. La recibió de los apóstoles, quienes la recibieron de Cristo y de su Espíritu Santo, quien la recibió de Dios. Es por eso que un rechazo a la enseñanza de los apóstoles es un rechazo a la mismísima autoridad de Dios.

Fragmento extraído del libro ¿Qué es la iglesia?, por R. C. Sproul

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