Prólogo del autor
Para cristianos y no cristianos
La Biblia dice: «¿Acaso no saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo, quien está en ustedes y al que han recibido de parte de Dios? Ustedes no son sus propios dueños; fueron comprados por un precio. Por tanto, honren con su cuerpo a Dios (1 Corintios 6:19-20, NVI). He escrito este libro para ayudarte a saborear estas palabras y sentir que son dulces, no amargas ni aburridas.
Tú estás en uno de dos grupos: o eres cristiano, o Dios te llama ahora a convertirte en cristiano. Seguramente no habrías tomado en tus manos este libro si Dios no estuviera obrando en tu vida.
Si eres cristiano, no te perteneces. Cristo te ha comprado al precio de su propia muerte. Ahora perteneces a Dios por partida doble: Él te creó y Él te compró. Esto significa que tu vida no es tuya. Es de Dios. Por eso la Biblia dice: «...Por tanto, honren con su cuerpo a Dios». Él nos creó para esto. Nos compró para esto. Este es el significado de nuestra vida.
Si no eres cristiano aún, esto es lo que Jesús te ofrece: pertenecer a Dios por partida doble y ser capaz de hacer aquello para lo que fuiste creado. Quizá esto no suene demasiado emocionante. Glorificar a Dios no significa nada para ti. Por eso, cuento mi propia historia en los dos primeros capítulos: «Mi búsqueda...» y «...la belleza de Cristo, mi gozo». No siempre tuve en claro que la búsqueda de la gloria de Dios sería prácticamente lo mismo que la búsqueda de mi propio gozo. Ahora veo que millones de personas desperdician sus vidas porque creen que estos caminos son dos senderos diferentes y no el mismo.
Una advertencia: el camino del gozo que exalta a Dios te costará la vida. Jesús dijo: «...El que pierde su vida por causa de mí, la hallará» (Mateo 10:39). En otras palabras, es mejor perder tu vida que desperdiciarla. Si vives con gozo para hacer que otros encuentren gozo en Dios, tu vida será dura, tus riesgos serán altos, y tu gozo será pleno. Este no es un libro sobre cómo evitar que nos hieran. Es un libro sobre cómo evitar que nos desperdiciemos. Algunos moriremos en el servicio a Cristo. Eso no será una tragedia. La tragedia consiste en dar más valor a la vida que a Cristo.
Por favor, créeme que oro por ti, tanto si eres estudiante y sueñas con algo verdaderamente radical para tu vida, como si te has retirado ya y no quieres malgastar tus últimos años. Si me preguntas qué es lo que oro, lee el capítulo 10. Esa es mi oración.
Por ahora, le agradezco a Dios por ti. Mi gozo crece con cada alma que busca la gloria de Dios en el rostro de Jesucristo. Recuerda, tienes una sola vida. Eso es todo. Fuiste creado para Dios. No desperdicies tu vida.
John Piper
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Libros