Una visitación sobrenatural | David Wilkerson

Estoy convencido de que el Señor está tratando de alcanzar a su pueblo como nunca antes.

Como predice la Escritura, el diablo ha descendido con gran ira, sabiendo que su tiempo es corto (Ver Apocalipsis 12:12). Y ahora mismo pueblo de Dios necesita un gran derramamiento del Espíritu Santo, un toque sobrenatural aún mayor que el de Pentecostés.

Piensa en esto: los seguidores de Jesús de los tiempos de Pentecostés no tuvieron el temor de las armas nucleares, no tuvieron que enfrentar el establecimiento en la sociedad de los matrimonios homosexuales y no se vieron enfrentados al temor de una economía mundial al borde del colapso. Está claro que nosotros necesitamos el poder del Espiritu Santo para afrontar estos últimos días; así de simple.

CLAMOR DE NUESTRO CORAZÓN

De hecho, el clamor que se requiere hoy se escuchó en los días de Isaías:

¡Ojalá rasgaras los cielos, y descendieras! ¡Las montañas temblarían ante ti.... Así darías a conocer tu nombre entre tus enemigos, y ante ti temblarian las naciones.... Fuera de ti, desde tiempos antiguos nadie ha escuchado ni percibido, ni ojo alguno ha visto, a un Dios que, como tú, actúe en favor de quienes en él confian." (Isaias 64:1, 2-4).

¿De dónde vino este clamor? Fue pronunciado por un profeta que se afligía por el letargo del pueblo de Dios, un hombre que sabía claramente lo que se necesitaba: una visitación sobrenatural del Señor. Isaias estaba diciendo: "Señor, no podemos seguir como hasta ahora, con la misma rutina religiosa muerta, necesitamos un toque de ti como nunca hemos experimentado".

Publicar un comentario

Gracias por comunicarte con nosotros.

Artículo Anterior Artículo Siguiente