Ven y sígueme | Juan Marcos Gómez

Ven y sígueme | Juan Marcos Gómez

“Jesús lo miró con amor y añadió: —Una sola cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes y dáselo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo. Luego ven y sígueme”, Marcos 10:21

Vemos aquí la historia del joven rico, quien en primer lugar se acerca a Jesús refiriéndose a Él como “Maestro bueno” (v. 17). En Su respuesta Jesús le hace notar que Él mismo es Dios y que, aunque el joven se crea bueno, solo hay Uno bueno. Y es que la justicia propia y los ídolos del corazón (riquezas) tenían cegado a este joven frente a estas dos importantes realidades.

Jesús contesta a su pregunta, “qué tengo que hacer…” (v. 17), con una respuesta en “sus términos” diciéndole que “una cosa le falta”. Esto es siempre aplastante, ya que cuando vivimos por nuestra propia justicia “algo más” nos faltará. “Vende todo lo que tienes y dáselo a los pobres” es “soltar” aquellas cosas que atan nuestro corazón (creer que en nosotros está la respuesta: nuestros recursos materiales o propios esfuerzos).

“Luego ven y sígueme” es, por otro lado, reconocer que Jesús es la respuesta para ambas realidades, nuestro sentido de justicia propia y la autosuficiencia. Esta invitación a “venir y seguirlo” es a encontrar en Él, el descanso y la confianza en esa búsqueda de nuestra alma por seguridad, satisfacción y significado.

Solamente Dios puede obrar abriendo los ojos y nuestro corazón a esto. Las Buenas Noticias son que lo imposible para los hombres, para Dios no lo es (v. 27). Con amor, Su Espíritu nos lleva a reconocer a Jesús como Dios, como el único bueno, y por Quien somos justificados. Por último, también nos apunta a Su provisión para encontrar solo en Él la libertad de las cosas que atan nuestro corazón.

Piensa en esto y encuentra tu descanso en Él.

Únete a nuestro canal de difusión en WhatsApp para recibir devocionales cristianos, diariamente.

Publicar un comentario

Gracias por comunicarte con nosotros.

Artículo Anterior Artículo Siguiente