Debes vestirte para poder estar en la presencia de Dios

Debes vestirte para poder estar en la presencia de Dios

Dios creó a Adán y a Eva, los primeros seres humanos, y los puso en el huerto del Edén, donde vivían felices y no se avergonzaban de andar desnudos. Ellos eran libres en ese paraiso y podían disfrutar de todo lo que Dios les había puesto en ese lugar. Solo una cosa les dijo: "Pueden comer de todos los árboles del jardín, pero del árbol del conocimiento del bien y del mal no deberán comer. El día que de él coman, ciertamente morirán".

La serpiente era la más astuta de todos los animales que Dios había hecho. Le dijo a la mujer que, si comia del árbol prohibido para ellos, iban a llegar a ser como Dios, conocedores del bien y del mal. Eva vio que el fruto del árbol era bueno para comer y adquirir sabiduría. Entonces lo tomó y comió, y también le dio a Adán para que lo comiera. La primera consecuencia del pecado fue que en ese momento se les abrieron los ojos, y tomaron conciencia de su desnudez. Por eso, para cubrirse entretejieron hojas de higuera.

Adán y Eva se escondieron de Dios porque se dieron cuenta que estaban desnudos a causa de su desobediencia. Desde ese momento todos estamos desnudos espiritualmente delante de Dios. Y nadie puede cubrir tu desnudez, solo Dios con la obra de Jesucristo en la cruz. Por lo tanto, debes vestirte para poder estar en la presencia de Dios.

"Todos ustedes son hijos de Dios mediante la fe en Cristo Jesús, porque todos los que han sido bautizados en Cristo se han revestido de Cristo". Gálatas 3:26-27

Tomado de la App You Version, devocional "El vestido perfecto

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