Miércoles, Diciembre 19
LA NAVIDAD ES PARA LIBERTAD
Asi que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenia el imperio de la muerte, esto es, al diablo, y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre.
-Hebreos 2:14-15
Jesús se hizo hombre porque lo que se necesitaba era la muerte de un hombre que fuera más que un mero hombre. La encar- nación fue Dios mismo entregándose a la pena de muerte.
Cristo no evitó la muerte. La abrazó. Eso es precisamente la razón que vino: no para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos (Marcos 10:45).
¡Con razón que Satanás trató de desviar a Jesús de la cruz! La cruz fue la destrucción de Satanás. ¿Cómo le destruyó Jesús a Satanás?
El "imperio de la muerte" es la habilidad de hacer que la muerte produzca miedo. El "imperio de la muerte" es el poder
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que esclaviza al hombre por temor a la muerte. Es el poder de mantener al hombre en el pecado, de tal manera que la muerte venga como algo horrible.
Pero Jesús despojó a Satanás de su poder. Le desarmó. Mold- eó una coraza de justicia para nosotros que nos hace immunes a la condenación del diablo.
Por su muerte, Jesús borró todos nuestros pecados. Y una persona sin pecado deja a Satanás sin trabajo. Se frustra su traición cósmica. "Podemos aguantar su rabia, porque su per- dición es segura." La cruz le ha vencido. Y pronto tomará su último aliento.
La navidad es para libertad. Libertad del temor a la muerte. Jesús tomó nuestra naturaleza en Belén, para morir nuestra muerte en Jerusalén, para que no tengamos miedo en nuestra ciudad. Si, sin miedo. Ya que la mayor amenaza a mi gozo se ha vencido, ¿por qué debo temer a las pequeñas amenazas? ¿Como se puede decir, "Pues, no tengo miedo de morir, pero tengo mie- do de perder mi trabajo"? No. No. ¡Piense!
Si la muerte (Yo dije, muerte-¡sin pulso, frio, muerto!) - si la muerte ya no es un temor, somos libres, libres de verdad. Libres para tomar cualquier riesgo bajo el sol por Cristo y por amor. No hay más esclavitud a la ansiedad.
¡Si el Hijo le libertare, verdaderamente libre serå!