3. Trasfondo.
3.1. El autor.
Ya que la Teología Bíblica enfatiza el condicionamiento histórico de la revelación, es necesaria una palabra concerniente al autor de Hechos de los Apóstoles. El Doctor Lucas era evidentemente, un griego y no un judío, porque en Colosenses 4:12-14 es separado de los de la circuncisión. Algunos sostienen que nació en Antioquia de Siria mientras otros creen que Filipos era su ciudad natal. Evidentemente era un hombre libre, y posiblemente nació y se crió en Antioquía, pero practicó la medicina en Filipos. Dónde fue que recibió su entrenamiento médico es un asunto enteramente de conjetura aun cuando por fuerza tuvo que haber sido en Alejandría, Atenas o Tarso. Los hechos que corresponden a su conversión son igualmente desconocidos.
El prólogo del Evangelio podría indicar que Lucas no fue un testigo ocular del ministerio de Cristo. Posiblemente su conversión ocurrió en Antioquía a través del ministerio de los que huyeron de Jerusalén por causa de la persecución. Igualmente es posible que se haya convertido a través del ministerio de Pablo cuando éste estuvo en Tarso antes de ser llamado a la obra en Antioquía. A pesar de que Lucas es generalmente recordado como un médico, debe de reconocerse que primordialmente era un misionero. Siendo el autor del tercer Evangelio se calificaría como tal, pero también hizo obra misionera itinerante.
El llamamiento macedonio fue respondido tanto por Lucas como por Pablo (Hechos 16:13, 17). Lucas, evidentemente, quedó encargado de la obra en Filipos por aproximadamente seis años. Más tarde predicó en Roma (Filemón 24). El Señor también lo usó en un ministerio personal para las necesidades físicas del Apóstol Pablo (Col. 4:14), y ya que estuvo con Pablo al final de su vida tal vez hizo los arreglos para su entierro (11 Τι. 4:11).
3.2. El método de investigación.
La declaración de Lucas concerniente a su método de investigación se encuentra en el prólogo al Evangelio, y aunque algunos de los detalles en la afirmación se refieren principalmente al Evangelio en vez de Hechos, sin embargo, el método general es aplicable a ambas obras.
3.2.1. El Propósito. El método que Lucas usó era congruente con un tratado histórico, y no con uno polémico o apologético. Si ese era su propósito expreso, y si su método de investigación era válido, entonces aun aparte de la superintendencia de la obra del Espiritu Santo, es de esperarse que sus escritos manifiesten una exactitud histórica.
3.2.2. El Método. El método de Lucas para producir estos libros históricos involucraba la investigación de fuentes y la selección de las evidencias.
3.3. Las Fuentes.
3.3.1. Una participación personal. En el libro de Hechos hay dos secciones donde sobresale el uso del pronombre personal "nosotros" (16:9-40; 20:5- 28:31). Estas indican que Lucas estuvo personalmente involucrado en el viaje de Troas a Filipos (en el segundo viaje misionero de Pablo) y de Filipos (en el tercer viaje) a Roma, incluyendo dos años en Cesárea y dos en Roma. Para estos sucesos disponía de sus recolecciones personales y, posiblemente, su diario personal.
3.3.2. Pablo. Por cinco o seis años Lucas estuvo con Pablo antes de que escribiera Hechos. Esto, por supuesto, le proveyó de información tocante a los relatos de Hechos 7; 9; 11:25-30; 13:1-16:8; 17:1-20:4. En otras palabras, Lucas tenía a su alcance evidencia fidedigna de estas dos fuentes para la mayor parte del material de Hechos. Es también sobresaliente notar que esta asociación con Pablo no afectó su propósito histórico, dándole un molde doctrinal.
3.3.3. Otros testigos oculares. Silas, Timoteo, Tito, Aristarco, Santiago, Felipe y sus hijas están entre aquéllos a quienes Lucas tuvo acceso para recopilar material para Hechos (Hechos 19:29; 20:4; 21:8, 18; Col. 4:10; Filemón 24).
3.3.4. Selección. Otra característica principal del método de Lucas es la selección cuidadosa de la evidencia recogida. El declaró que "había investigado con diligencia todas las cosas desde su origen" (Lucas 1:3), lo cual significa (1) que seleccionó los hechos antes de escribirlos (el verbo está en el tiempo perfecto) y (2) que hizo un uso exacto en su escrito de las evidencias seleccionadas. El cuadro que se presenta es el de un médico capacitado para diagnosticar, aplicando esa habilidad a la selección del material al prepararse cuidadosamente para la tarea de escribir.
3.4. La fecha.
La controversia concerniente a la fecha se centra en si fue escrito antes o después del 70 d.C. Todos están de acuerdo que Hechos fue escrito no mucho después del Evangelio según San Lucas. y aquellos que usan una fecha posterior al 70 frecuentemente lo hacen sobre la base de una negación de la profecía predictiva. De modo que. sobre esa base se concluye que Lucas 21 debe referirse a un hecho pasado por consiguiente Lucas y Hechos son posterior al año 70. Además de esta negación de la profecía hay otras dificultades serias con una fecha posterior al 70.
Por ejemplo ¿por qué hay tantos incidentes importantes omitidos en Hechos si fue escrito después de la destrucción de Jerusalén'? Seguramente Lucas habría mencionado el incendio de Roma, el martirio de Pablo y la destrucción de Jerusalén misma. De la conclusión de Hechos se deduce que fue escrito cerca del año 63 en Roma durante el primer encarcelamiento de Pablo.
3.5. Paternidad literaria.
A través de esta breve discusión la paternidad literaria lucana ha sido asumida. En breve la prueba de esto se desarrolla usualmente sobre la base siguiente: (1) el autor de Hechos fue claramente un acompañante de Pablo (porque las secciones donde aparece el pronombre personal nosotros" muestran esto); (2) por un proceso de eliminación, el acompañante fue Lucas; (3) el mismo hombre quien escribió las secciones "nosotros" escribió el resto del libro; y (4) esta conclusión es corroborada por la incidencia de términos médicos encontrados en la obra (cf. 1:3; 3:7ss; 9:18, 33; 13:11; 28:1-10).
3.6. La filosofía del plan de Hechos.
Cualquier mente inquisitiva se preguntaría qué fue lo que motivó a Lucas en su investigación y selección del contenido del libro de los Hechos. ¿Por qué recibe Pablo tanta prominencia? ¿Por qué es que el progreso del Evangelio hacia el Oeste es ampliamente trazado en el registro histórico? ¿Por qué ciertos incidentes en los viajes misioneros son reportados con detalle mientras que otros lo son brevemente? Como en el Evangelio, Hechos también fue planeado en una forma ordenada; qué filosofía motivó el plan de Hechos es el asunto de esta sección.
3.6.1. El propósito básico del plan.
Es evidente que el propósito básico de Hechos no es muy diferente al del Evangelio según San Lucas porque ambos están dirigidos al mismo individuo con un propósito similar, a saber, para instruirle en el ministerio de Jesús de Nazaret. El Evangelio es la primera parte de la instrucción y, según Lucas, sólo constituye el principio de la historia (Hechos 1:1); por lo tanto, el libro de los Hechos es claramente una continuación del recuento del ministerio de Cristo. La palabra comenzó, en Hechos 1:1, no solamente describe el contenido del Evangelio, sino también el de Hechos, porque implica que Hechos tratará con aquello que Jesús continúa haciendo después de su resurrección.
Además de la palabra comenzó, hay otra característica digna de notarse en la introducción de Hechos, es decir, la inmediata y repetida mención del Espíritu Santo (1:2, 4-5, 8). Los hechos del Cristo resucitado son inmediatamente relacionados a la obra del Espíritu Santo. Así que este segundo tratado a Teófilo es una crónica de lo que el Cristo resucitado hizo a través del Espíritu Santo. El registro de esos hechos es el propósito básico del libro.
3.6.2. El desarrollo específico del plan.
Decir que el propósito básico de Lucas fue escribir los hechos del Cristo resucitado a través del Espíritu Santo no es responder a ninguna pregunta concerniente a la selección del material. No se incluyen todas las obras del Cristo resucitado ya que es necesario hacer una selectividad geográfica, cronológica, etnológica y de personalidad. No es difícil observar que el plan básico del libro se desarrolla lo largo de cuatro temas claramente discernibles. Es prudente asumir, por lo tanto, que Lucas lo planeó así.
3.6.3. El tema de la Gran Comisión.
El tema más obvio en el desarrollo del libro de Hechos es el que sigue la Gran Comisión. Esta es la base sobre la cual generalmente se construye el bosquejo analítico del libro.
3.6.4. La presentación del tema de la Gran Comisión.
El tema es presentado al comienzo (1:6-8) con ocasión de la pregunta de los discipulos concerniente al reino mesiánico. En su respuesta, el Señor no sugiere ninguna abrogación de las promesas del reino o cualquier alteración de su carácter literal. Él meramente dijo que el concepto de los discípulos del tiempo del cumplimiento de esas promesas estaba errado. Ellos sabían qué vendría, pero no les era dado saber cuándo; y mientras tanto Cristo da a conocer un nuevo programa y envía un nuevo Poder para llevarlo adelante.
3.6.5. La evidencia del tema de la Gran Comisión.
La selectividad del material afin a este tema, es claro, porque todo lector de Hechos ha notado que los primeros siete capítulos se refieren a la obra en Jerusalén; el capítulo 8 a la obra en Samaria, y el resto del libro, hasta lo último de la tierra.
3.6.7. El fin del tema de la Gran Comisión.
Roma es claramente la meta hacia donde se dirige la crónica, pues el clímax del libro es la llegada del Evangelio a Roma. Aunque este hecho podría relacionarse también con la aceptación del concepto de la selectividad, tiene otra relación adicional.
Aunque podamos discernir este desarrollo y suponer razones para el mismo, nunca debemos perder de vista el hecho de que la obra supervisora del Espíritu Santo en la inspiración estaba guiando y protegiendo en cada detalle. A través de estos temas, distinguibles, aunque entrelazados, el libro se desarrolla mediante la mano diligente y precisa del historiador que fue su autor.