Acusa o excusa | Juan Marcos Gómez

Acusa o excusa | Juan Marcos Gómez

“Ya que muestran la obra de la ley escrita en sus corazones, su conciencia dando testimonio, y sus pensamientos acusándolos unas veces y otras defendiéndolos”, Romanos 2:15.

Es interesante reconocer cómo funciona nuestro corazón y conciencia. El versículo dice que nuestros pensamientos siempre están haciendo esas dos cosas, acusándonos o excusándonos. Por un lado, aun el corazón regenerado por la obra de Su Espíritu continúa experimentando pensamientos de acusación al recordar nuestra vida pasada y llevándonos a cuestionar si en verdad el perdón de Dios ha sido completo, suficiente, y efectivo.

Esto nos afecta funcionalmente y se ve en la manera en que reaccionamos, servimos, y expresamos nuestros sentimientos. Por ejemplo, se ve cuando tratamos inmediatamente y vehemente de defendernos al momento de ser criticados. O cuando al servir tratamos de hacerlo como para ganarnos, o por lo menos asegurar, el perdón de Dios. Cuando no podemos decir “no” por el miedo y la opinión de otros, o cuando nuestros miedos, e inseguridades nos paralizan. Estos reflejan simplemente los pensamientos de acusación de un corazón no firme en el evangelio.

Por otro lado, y aun cuando hemos experimentado la gracia de Dios en nuestra vida, el corazón también nos puede traer pensamientos de excusa por nuestras acciones. Esta condición también se refleja funcionalmente cuando un sentimiento de justicia propia crece en nosotros, cuando el pecado de los demás nos molesta más que nuestro propio pecado, y cuándo nos sentimos más espirituales, o mejor cristianos que las personas a nuestro alrededor.

Es importante, entonces, entender estas dinámicas en la vida de fe, diagnosticar la condición de nuestro corazón al ver los síntomas externos y funcionales en nuestra propia vida, y aplicar la medicina del evangelio para ambas condiciones del corazón. Necesitamos discernir la obra de Su Espíritu a través del estudio de Su Palabra, arrepentirnos de no creer y valorar al evangelio cuando nuestro corazón nos acusa o excusa, y alinearlo a la realidad objetiva de nuestra verdadera condición ante el único Juez Supremo que nos justifica y libera “en Él”.

Piensa en esto y encuentra tu descanso en Él.

Este fragmento fue extraído del libro Descanso en Dios: 31 reflexiones diarias para recordar el evangelio de Juan Marcos Gómez.

Únete a nuestros Canales de Difusión en Instagram o WhatsApp, para adquirir más recursos cristianos. También puedes suscribirte a nuestro Canal de YouTube.

Publicar un comentario

Gracias por comunicarte con nosotros.

Artículo Anterior Artículo Siguiente