Las misiones, tarea de la iglesia local

Las misiones, tarea de la iglesia local

Dios, en su infinita soberanía y sabiduría, decidió usar hombres para la ejecución de sus planes. En las páginas de la Biblia encontramos a Dios usando vidas para cumplir sus eternos planes: en el Antiguo Testamento, el pueblo de Israel; y en el Nuevo, la iglesia.

TE PUEDE INTERESAR: El evangelio que necesitamos predicarnos: una explicación breve de la buena noticia | Miguel Núñez

El Antiguo Testamento

En el Antiguo Testamento encontramos muchas evidencias de la tarea y de las responsabilidades misioneras del pueblo de Israel.

Antes de la caída del hombre

Cuando Dios hizo el universo, decidió crear al hombre a su imagen y semejanza (Gn. 1.26-27). Después los bendijo y les dio una orden: "Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra" (Gn. 1.28). Observe que Dios puso su imagen y semejanza en el hombre, y le mandó llenar la tierra. Por lo tanto es evidente que, a través del hombre, Dios quería ver su gloria manifestada en toda la tierra.

La caída del hombre

Con la caída del hombre, Dios prometió la restauración en Cristo: "Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar", (Gn. 3.15).

TE PUEDE INTERESAR: Por qué compartimos las buenas noticias | Scott Lothery

El descendiente de la mujer heriría la cabeza de la serpiente, refiriéndose al Mesías que destruyó las obras de quien provocó la caída, Satanás. Desde que entró el pecado en el mundo toda la humanidad sufre la consecuencia de la separación de Dios. Sin embargo, en el mismo instante de la caída, Dios promete la solución en Cristo.

La promesa de bendición Dios prometió bendecir a todas las familias de la tierra, por medio del pueblo de Israel. "Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra", (Gn. 12.1-3).

TE PUEDE INTERESAR: Recuperando el deber de la gran comisión | Por Samuel Masters

Observe que en este versículo Dios llama a Abram para formar por medio de él su nación escogida, y usarla como bendición para todos los pueblos de la tierra. Dios organizó la nación de Israel con fines misioneros. Él quería bendecir a todas las naciones y lo haría a través de Israel; pero ellos no percibieron este deseo de Dios. Si leemos el relato bíblico, veremos con claridad que el error de Israel fue no haber cumplido los propósitos de Dios.

El pueblo de Israel tenía el oficio sacerdotal

Ahora, pues, si diereis oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra. Y vosotros me seréis un reino de sacerdotes, y gente santa. Estas son las palabras que dirás a los hijos de Israel (Ex. 19.5-6).

TE PUEDE INTERESAR: Cómo colaborar en las misiones globales cuando no estás llamado a ir | Craig Mcclure

El pueblo de Israel tenía un oficio sacerdotal. Dios habló con ellos después de libertarlos de la esclavitud en Egipto y antes de darles los diez mandamientos. Fueron liberados para asumir la posición de pueblo escogido, propiedad particular de Dios. Pero todo esto con el propósito de ser sacerdotes y ministros delante de las demás naciones. La función sacerdotal es mediar entre Dios y los hombres y esto muestra claramente la tarea misionera del pueblo de Israel.

El pueblo de Israel era el vehículo para manifestar la salvación de Dios

"Dios tenga misericordia de nosotros, y nos bendiga; haga resplandecer su rostro sobre nosotros; para que sea conocido en la tierra tu camino, en todas las naciones tu salvación", (Sal. 67.1).

El pueblo de Israel era el vehículo por el cual Dios manifestaba su salvación. Dios bendecía al pueblo de Israel con propósitos misioneros. El salmista dice que recibimos las bendiciones del Señor para que se conozca en la tierra su camino y su salvación. Por lo tanto, cuando el pueblo de Dios recibía bendiciones, no se trataba simplemente de un favor personal o de una demostración del amor de Dios; por encima de todo, había una proyección misionera por parte de Dios.

El pueblo de Israel era el instrumento para proclamar la gloria de Dios

"Cantad a Jehová cántico nuevo; cantad a Jehová, toda la tierra. Cantad a Jehová, bendecid su nombre; anunciad de día en día su salvación. Proclamad entre las naciones su gloria, en todos los pueblos sus maravillas", (Sal. 96.1-3).

TE PUEDE INTERESAR: Las agencias misioneras y la gran comisión: Una entrevista a Justin Burkholder

El pueblo de Israel era el instrumento para proclamar la gloria de Dios. En este salmo Dios ordena claramente a su pueblo que anuncie su gloria "entre las naciones" y sus maravillas "en todos los pueblos". Durante mucho tiempo relacioné la obra misionera sólo con la salvación de las personas, pero últimamente pienso en otro propósito: el resultado natural de la salvación de las vidas es que la gloria de Dios se conozca entre todos los pueblos. Dios quiere ser glorificado en todo el mundo.

El Nuevo Testamento

Desafortunadamente, el pueblo de Israel falló en su propósito misionero. Por eso Dios decidió formar un nuevo pueblo, que es la iglesia del Nuevo Testamento; y ésta tiene la misma tarea misionera que Israel.

Dios reunió a judíos y gentiles, e hizo de ellos un nuevo pueblo

En la carta a los efesios, el apóstol Pablo deja claro que Dios lo está formando.

"Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación, aboliendo en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre, haciendo la paz, y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo, matando en ella las enemistades", (Ef. 2.14-16).

TE PUEDE INTERESAR: Carta a mi "yo" misionera más joven | Jeanine Martínez

Esta unión de judíos y gentiles es la iglesia que, según Efesios 3.10, tiene la responsabilidad misionera de dar a conocer la sabiduría de Dios: Para que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora dada a conocer por medio de la iglesia a los principados y potestades en los lugares celestiales.

La iglesia es el instrumento de Dios para ejecutar sus planes en la tierra

Cuando Jesús estaba realizando su ministerio tenía como objetivo dejar una organización que diera conti- nuidad a la obra de Dios en la tierra, y esa organización es la iglesia.

"Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella", (Mt. 16.18).

Jesús dijo: "Edificaré mi iglesia". La iglesia es el instrumento de Dios para realizar la obra misionera y se responsabiliza por la selección, capacitación y envío del misionero.

TE PUEDE INTERESAR: La gran comisión | Josué Barrios

La iglesia recibió la orden de evangelizar al mundo Antes de ascender al cielo, el Señor dejó la orden más importante para sus discípulos: "Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura" (Mr. 16.15). "Id, y haced discípulos a todas las naciones" (Mt. 28.19). Es evidente que el propósito de Dios para la iglesia es que evangelice a todo el mundo. Ya hemos visto que la iglesia es el nuevo pueblo escogido; por lo tanto, el plan de Dios para su pueblo, la iglesia, es la evangelización de todo el mundo. Dios no tiene otro medio para divulgar el evangelio y salvar vidas en el mundo, que no sea por medio de la iglesia. Desafortunadamente, lo que sucede en las iglesias hoy demuestra que igual que el pueblo de Israel, ella ha perdido su visión de los designios de Dios. ¡Cuántas iglesias están egoístamente concentradas apenas en sí mismas como verdaderos clubes sociales! Realizan reuniones sin saber cuál es el objetivo de ellas, y cuando establecen tareas, éstas no están de acuerdo con el plan de Dios. ¡Cuántos pastores sin visión llevan a la iglesia a la realización de actividades que nada tienen que ver con la obra misionera!

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR: Una iglesia bíblica es una iglesia misionera | Matías Peletay

A veces pregunto a algunas personas: "¿Cuál es la tarea de la iglesia?". De las muchas respuestas, todas mencionan que el objetivo supremo es la evangelización del mundo. No obstante, es lamentable que en muchas iglesias, las misiones apenas tienen un lugar en el programa; algunas ni siquiera hablan sobre las misiones; otras las ponen sobre los hombros de las mujeres; otras incluso están en contra de las misiones. El diablo está cegando el entendimiento de pastores y líderes; como consecuencia, numerosas iglesias no ven cuál es su verdadera misión en el mundo. Necesitamos orar para que Dios abra nuestros ojos, para que sepamos por qué estamos en la tierra y que encontremos la verdadera razón de existir, que es servir a Cristo.

Únete a nuestros Canales de Difusión en Instagram o WhatsApp para adquirir más recursos cristianos. También puedes seguirnos en Facebook y suscribirte a nuestro Canal de YouTube.

Publicar un comentario

Gracias por comunicarte con nosotros.

Artículo Anterior Artículo Siguiente