Provisión y Tranquilidad | Serie Rut - Parte 16

"Y Rut la moabita dijo: Además de esto me ha dicho: Júntate con mis criadas, hasta que hayan acabado toda mi siega. Y Noemí respondió a Rut su nuera: Mejor es, hija mía, que salgas con sus criadas, y que no te encuentren en otro campo. Estuvo, pues, junto con las criadas de Booz espigando, hasta que se acabó la siega de la cebada y la del trigo; y vivía con su suegra."

Sin entender el significado de lo que Noemí dijo, en el v.20, Rut continuó narrando lo que pasó ese primer día de trabajo en los campos de Booz. Además de permitirle trabajar en sus campos, Booz le había dicho: "Júntate con mis criadas, hasta que hayan acabado toda mi siega" (v.21). Esas palabras ponen en claro la abundante generosidad de Booz. No sólo le permitió trabajar en su campo por un día, ayudándola para que tenga una buena recompensa por ese día de trabajo, sino que insistió en que volviera a espigar en sus campos y que lo haga hasta el fin de la cosecha. Después de tantos años de hambruna, Dios volvió a bendecir a Su pueblo (ver Rt. 1:6b) y Booz estaba dispuesto a compartir esa bendición con otros.

Aprendamos del ejemplo de Booz para que cuando Dios nos bendiga no acaparemos toda la bendición para nosotros mismos. Seamos generosos, para que por medio de nosotros la bendición de Dios llegue a ser una bendición para otros también.

Hay un detalle que debemos notar. La Reina Valera traduce, "Júntate con mis criadas...", usando la forma femenina de la palabra. Sin embargo, en el idioma original el término es masculino, "criados". Al pronunciar esas palabras, Booz tenía en mente todos los que trabajaban en sus campos, tanto los varones como las mujeres.

Al escuchar este reporte de Rut, Noemí le aconsejó a hacer lo que Booz le había dicho, aunque añadió dos recomendaciones:

1. Rut debía quedarse con las mujeres: "Mejor es, hija mía, que salgas con sus criadas" (v.22b). Como hemos notado, Booz habló de "criados", en general, pero Noemí usó la forma femenina de la palabra: "criadas". Además, ella también cambió el verbo. Booz había dicho: "Júntate... [con mis criados]"; Noemí le dijo. a Rut, "Mejor es... que salgas con sus criadas". Vale la pena ser sabios y prudentes en todas nuestras acciones para que ellas no sean malinterpretadas. A veces pecamos de ingenuos o imprudentes. Es bueno trabajar en las cosas del Señor, pero debemos hacerlo con prudencia y sabiduría.
2. Rut debía quedarse en los campos de Booz: "que no te encuentren en otro campo", le dijo Noemí (v.22c). Habiendo sido tan bien recibida por Booz, sería injusto de parte de Rut ir a espigar en otros campos, aun si tuviera la oportunidad de recoger más cebada en el campo de otro hombre. Además, estaría mejor protegida en los campos de Booz. Correría menos riesgos de ser maltratada como mujer y podría contar con el apoyo del dueño de los campos de cultivos. A veces somos tentados a alejarnos del Señor, pensando que el mundo ofrece mejores alternativas de buscar una pareja, de divertirnos, de tener una vida más tranquila, etc. Sin embargo, el Señor nos ha invitado a trabajar en Su viña, la Iglesia, y sería sumamente injusto y peligroso, por no decir una falta de gratitud, dejar Sus campos para ir a trabajar en campos ajenos.

El capítulo concluye con un resumen de los siguientes meses (v.23). Rut se juntó con las criadas de Booz y se dedicó a espigar todo el verano: "hasta que se acabó la siega de la cebada y la del trigo" (v.23b). Día tras día ella iba conociendo más a Booz y él por su parte vio la perseverancia de Rut en el trabajo. Al mismo tiempo, Rut iba aprendiendo más acerca del pueblo de Dios, de sus creencias y prácticas. El corazón de ambos se iba preparando, bajo la dirección de Dios, para una hermosa relación que tendría como fruto la monarquía davídica y la venida del Mesías.

Nunca sabemos lo que Dios está planeando para nosotros. Lo único que debemos hacer es cumplir fielmente nuestras responsabilidades y el Señor se encargará de cumplir Su perfecta voluntad.

Durante el día Rut estaba en los campos de Booz y por la noche volvía a la casa de Noemí, para acompañarla (v.23c). Poco a poco, el desaliento que sentía Noemí fue pasando y el gozo volvió a su corazón. Dios no sólo estaba devolviendo la bendición a Su pueblo, sino que estaba sanando corazones dolidos por el pecado.

Fuente: Publicado originalmente por Grupo Editorial PleromaDabar con el título La Novia de Cristo Comentario Bíblico sobre el libro de Rut © 2018 por Alex Donnelly.