El fruto del Espíritu | Colin S. Smith

El fruto del Espíritu Santo - Colin S. Smith

"Pero el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, dominio propio". Gálatas 5:22

La segunda marca en la vida de una persona que vive por el Espíritu es que el fruto del Espíritu crece.

Hay una diferencia entre las obras de la carne y el fruto del Espíritu. La carne produce obras mientras que el Espíritu produce fruto. El Espíritu produce un fruto que brota del interior, no es fabricado. Este es el fruto del Espíritu (no de la ley). Si preguntaras: «¿Cómo obtengo más amor, gozo y paz en mi vida? ¿Cómo puedo aumentar el dominio propio?», la respuesta no es por la ley, sino por el Espíritu.

Supongamos que tienes un manzano en tu patio pero no te gustan las manzanas, te gustan las peras. Hay dos maneras de obtener peras: la primera es arrancar todas las manzanas del árbol y comprar algunas peras para luego pegarlas a las ramas con cinta adhesiva; la segunda es sembrar un árbol de peras en tu jardín.

Esta es la diferencia entre la ley y el Espíritu. La ley no puede producir frutos. Este es el problema de enfocarse en vivir una vida cristiana que se limite a estar bajo alguna autoridad, alguien a quien acudir para rendir cuentas.

Esto puede ser de ayuda para frenar el pecado pero ¡no tiene poder para producir fruto! Este enfoque produce cristianos que no tienen vida en sí mismos y simplemente están tratando de imitar la vida que ven en alguien más. Son como flores de plástico.

El Espíritu Santo producirá buen fruto en tu vida. Jesús dijo: «Yo soy la vid, ustedes los sarmientos; el que permanece en Mí... ese da mucho fruto» (Juan 15:5). ¿Cuáles son algunos de los frutos que has visto crecer en tu propia vida?

ÚNETE A NUESTROS CANALES DE DIFUSIÓN EN Instagram o WhatsApp. Te ofrecemos artículos relevantes sobre noticias cristianas, Devocionales, Teología y Estudios Bíblicos.

Publicar un comentario

Gracias por comunicarte con nosotros.

Artículo Anterior Artículo Siguiente